Si hablamos de piedras, sin duda, el ónix negro es una de esas que deberías evaluar para tener en tu casa, ya que a la misma se le atribuyen todo tipo de beneficios hacia los ambientes en los que se coloca.
El ónix negro también es conocido como ónice y forma parte del grupo de los cuarzos, contando con una composición semejante. Como lo indica su nombre, su tonalidad principal es el negro, aunque es posible que se originen vetas y bandas con colores blancos.
En principio, podemos decir que es altamente apreciada por aquellas personas que buscan un aliado contra los miedos que le detienen.
Para quienes no le permiten avanzar en la dirección que pretenden, dejando pasar el tiempo sin lograr los objetivos que se han propuesto.
El ónix era muy valorado por tribus de todo el continente americano.
Quienes formaban parte de estas civilizaciones, entendían que al llevar un trozo consigo podrían liberarse de:
- temores,
- dejar atrás los traumas,
- alcanzar cada una de tus metas
La piedra de la guerra, como también se la denomina, tiene una acción especialmente intensa durante las horas de la noche, brindándote la energía espiritual que te hace falta.
Muchas personas consideran el ónix de color negro como una gema de protección.
En teoría, absorbe las energías negativas para convertirlas en positivas, haciendo crecer la vitalidad humana. Normalmente, es pensado que desarrolla resistencia a nivel mental, físico y espiritual.
Se cree que este mineral consigue aliviar momentos de mucha presión y estrés, ayudando así a tener armonía en la vida.
El ónix se relaciona con la prudencia, favoreciendo el alcance de objetivos, logrando así tener perseverancia.
Si pasas por una etapa en la que dudas de tus talentos y habilidades, el ónix negro te brindará la confianza que requieres para encarar pruebas y proyectos decisivos de cara al futuro.
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